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Writer's pictureAlice Meraviglia

Evidencia convincente de que los fósiles del meteorito marciano fueron de seres vivos.

Updated: Oct 29

El meteorito ALH84001 había sido noticia en los 90's cuando pareció ser la primera prueba de vida extraterrestre y además marciana que se hubiera encontrado.


Por Shige Abe


(Texto basado en un comunicado de prensa del Centro de Investigación Ames de la NASA)


Un equipo internacional de investigadores ha descubierto pruebas convincentes de que los cristales de magnetita del meteorito marciano ALH84001 son de origen biológico.


El meteorito ALH84001 había sido noticia en los 90's cuando pareció ser la primera prueba de vida extraterrestre y además marciana que se hubiera encontrado.

Los investigadores descubrieron que los cristales de magnetita incrustados en el meteorito están dispuestos en largas cadenas que, según ellos, sólo podrían haber sido formadas por organismos que vivieron alguna vez. Los resultados se publican en la edición del 27 de febrero de Proceedings of the National Academy of Sciences.


«Las cadenas que hemos descubierto son de origen biológico», afirma el Dr. Imre Friedmann, investigador principal del NRC en el Centro de Investigación Ames de la NASA en Silicon Valley (California) y jefe del equipo de investigación. «Una cadena de imanes de este tipo fuera de un organismo se colapsaría inmediatamente formando una aglomeración debido a las fuerzas magnéticas», afirmó.


Las cadenas se formaron dentro de material orgánico cuya estructura mantenía unidos los cristales. «El resultado final se parece a un collar de perlas», explica Friedmann. Cada cristal de magnetita de la cadena es un imán diminuto, de aproximadamente una millonésima de pulgada de diámetro. La magnetita es un óxido de hierro similar al óxido de hierro.


Las cadenas pueden haber servido de «brújulas» para las bacterias magnetotácticas huéspedes, llamadas así porque navegan con la ayuda de las cadenas de cristales magnéticos del interior de sus cuerpos. Las cadenas se conservaron en el meteorito mucho después de que las propias bacterias se descompusieran.


Los investigadores afirman que las cadenas de magnetita probablemente se introdujeron en grietas microscópicas del interior de la roca marciana después de que ésta fuera destrozada por el impacto de un asteroide hace aproximadamente 3.900 millones de años. Este cataclismo en la superficie de Marte también pudo acabar con las bacterias. El mismo impacto de asteroide, o uno posterior, expulsó al espacio la roca, que ahora es un meteorito.


Otro grupo de investigación de la NASA, dirigido por Kathie Thomas-Keprta, del Centro Espacial Johnson de la NASA, informa en el mismo número de PNAS de que los cristales de magnetita del interior del meteorito son similares a los que forman las bacterias magnetotácticas «modernas» que viven actualmente en la Tierra. Sin embargo, el equipo sólo estudió cristales individuales, no las elusivas estructuras en forma de cadena.


El equipo de Friedmann descubrió las cadenas de cristales mediante una técnica que les permitió «ver» las diminutas cadenas del interior del meteorito sin destruirlas. Además de la formación en forma de cadena, el equipo descubrió que los cristales individuales son de tamaño y forma similares, no se tocan entre sí y que las propias cadenas son flexibles, una prueba más de su origen biológico.


«Hasta ahora, estudiar la vida era como intentar dibujar una curva utilizando un solo punto de datos: la vida en la Tierra», afirma Friedmann. «Ahora tenemos dos puntos de datos para dibujar la curva de la vida». El siguiente paso es encontrar los restos de las propias bacterias, dijo.


Según los investigadores, el hecho de que un meteorito pequeño (de unos 1,5 kilos) procedente de un planeta contenga un gran número de bacterias sugiere que éstas estaban muy extendidas en la superficie de Marte. Una piedra de tamaño similar procedente de la Tierra contendría muchas bacterias.


Además, dado que las bacterias magnetotácticas requieren bajos niveles de oxígeno, este hallazgo indica que los organismos fotosintéticos, fuente de oxígeno en la atmósfera, debieron estar presentes y activos en Marte hace 3.900 millones de años.


«Encontrar pruebas de vida en Marte es uno de los problemas centrales de la investigación astrobiológica actual», declaró el Dr. Michael Meyer, jefe del programa de astrobiología de la NASA, que financió la investigación.


Además de su beca en la NASA Ames, Friedmann, conocido por descubrir microorganismos que viven en el interior de rocas desérticas, es profesor emérito de ciencias biológicas en la Universidad Estatal de Florida. Entre los miembros del equipo de investigación se encuentran el Dr. Jacek Wierzchos (Universidad de Lleida, España), la Dra. Carmen Ascaso (CSIC, Madrid, España) y el Dr. Michael Winkelhofer (Universidad de Munich, Alemania).


El meteorito ALH84001 fue hallado en la región de Allen Hills, en la Antártida, en 1984 por investigadores apoyados por el Programa de Búsqueda Antártica de Meteoritos de la National Science Foundation, un esfuerzo conjunto de la NSF, la Smithsonian Institution y la NASA. La Universidad Case Western Reserve de Cleveland gestiona el programa. Artículo Original de NASA: Scientists Find Evidence of Ancient Microbial Life on Mars | News | Astrobiology

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